Mostrando entradas con la etiqueta República Centroafricana. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta República Centroafricana. Mostrar todas las entradas

18 ago 2014

REPUBLICA CENTROAFRICANA










Nuestro buen amigo Santiago Álvarez, "El Tijeras", que anda "veraneando" en la República Centroafricana, nos manda esto:



PATRULLANDO CON LA GUARDIA CIVIL EN LA REPÚBLICA CENTROAFRICANA

Miembros de la Guardia Civil en un distrito de Bangui. 

http://www.elmundo.es/espana/2014/08/11/53e7b8b9e2704e35278b4578.html


Hace calor en la terraza del decadente hotel en el distrito 3, de mayoría musulmana, el más conflictivo de Bangui, capital de República Centroafricana. La fachada posterior alberga muchos impactos de bala. Esperamos el momento de empotrarnos con el Grupo de Acción Rápida (GAR) de la Guardia Civil, que forma parte del contingente de la Fuerza Europea en República Centroafricana. España, el segundo país después de Francia en el operativo europeo, cuenta con 50 militares de operaciones especiales, 25 guardias civiles, 11 efectivos en los cuarteles y otros ocho que forman parte del núcleo de apoyo de la fuerza.
Es excepcional que podamos empotrarnos (embedded, en la terminología inglesa) con este cuerpo de élite. Durante un tiempo marcado por un contrato, acompañaremos a miembros del GAR, una fuerza de operaciones especiales comandada dentro de la Unidad de Acción Rural, el mismo cuerpo, antes Grupo de Acción Rural, que en el País Vasco luchaba contra ETA, y seguiremos en primera fila el trabajo que ellos hacen en las mismas condiciones y entorno. En República Centroafricana realizan labores de patrulla para garantizar la seguridad de la población civil, acosada por una guerra fratricida entre los milicianos musulmanes Seleka y los cristianos Anti Balaka.
Mientras llega la hora, para ver la otra cara de la moneda, hemos concertado una cita con un traficante de diamantes. Finalmente aparece nuestro hombre. Es un tipo de unos 50 años, cabello canoso, de aspecto fornido, y habla con fluidez inglés y francés. Tras una charla distendida, entramos en el asunto. "El nombre del juego en África se llama dinero", nos dice sin inmutarse. Después de varias cervezas nos enseña una foto tomada con su teléfono móvil. La imagen es clara: una caja pequeña llena hasta el borde con diamantes. Nos asegura: "Esto tiene un valor de 950.000 dólares". Nos despedimos a punto de dar las cinco, pero antes confiesa: "Mañana me voy al Congo dos semanas por trabajo". Los diamantes procedentes de la República Democrática del Congo (RDC) suponen más de 53 millones de euros anuales. Suelen pagarse en metálico, aunque también se admite el canje por armas. "El juego en África", del que habla el traficante.
Nos vamos sin decir nuestro destino: una cita con miembros del GAR de la Guardia Civil en la base que ocupan desde finales de mayo, en Bangui, recientemente acondicionada. En tiempos de mayor esplendor en República Centroafricana allí había una fabrica textil. La base está rodeada por enormes sacos de arena, de cuatro metros de altura y dos de ancho. La puerta de acceso está custodiada por centroafricanos de uniforme. "Os tienen que venir a escoltar para entrar", afirma uno de ellos contundente. Al cabo de unos minutos aparece un capitán. "Vais a hacer una patrulla por el distrito 3, donde recientemente tuvimos el incidente", señala con semblante serio.
El capitán se refiere al ataque que sufrieron el 1 de agosto cuando trataron de identificar a un hombre, armado con un AK-47, bien entrada la noche. De repente, una docena de agentes españoles se vieron inmersos en un tiroteo con granadas. Salieron ilesos, pero uno de los cuatro Nissan Pathfinder quedó inutilizado a pesar del blindaje.
La Fuerza Europea está presente en virtud de la resolución aprobada en el Consejo de Seguridad en diciembre de 2013 a petición de Francia. Estos efectivos tienen como misión "desactivar el conflicto armado y proteger a los civiles". Tras el golpe de Estado de los Seleka, Michel Djotodia fue proclamado presidente de la República Centroafricana. El país se sumió en el caos y la guerra civil. Es en ese momento cuando se formaron las milicias cristianas Anti Balaka para responder a los ataques de los milicianos musulmanes Seleka. Está previsto que lleguen a partir de septiembre 12.000 cascos azules. Mientras tanto, varios países están presentes para garantizar la seguridad de la población civil, entre ellos esta unidad especial de la Guardia Civil.
El capitán Sanabria nos presenta a los componentes de la patrulla, que nos reciben cordialmente. Nos dan un par de chalecos antibalas. "Éstos son de nivel IV. Si te disparan, caerás al suelo. Verás las estrellas pero saldrás vivo... Si te dan en el chaleco, claro", nos espeta Pedro, un sargento que no ha perdido el sentido del humor. Nos metemos en los coches y nos dirigimos hacia la zona de la patrulla. "Aquí mismo es donde tuvimos el incidente", nos recuerda uno de ellos. "El problema es que de noche nos ven llegar con la luz del coche, dejan las armas, esperan a que pasemos y después las recuperan", explica otro de los miembros del GAR.
Bangui es una ciudad que carece de luz eléctrica en toda su extensión, es decir, de noche no se ve nada absolutamente. Sólo se vislumbran las luces que iluminan pequeños generadores y que son escasísimas, así que cuando se va la luz, apenas hay un alma en la calle. "De hecho, hay un toque de queda a las 23.00", explica otro de ellos. Llegamos a una ancha avenida, sitúan los coches en posición, y el teniente se dirige a un grupo de civiles que están en el otro lado de la calle. "Buenas tardes, ¿cómo estáis?", les dice en francés. Conversan unos minutos. "Al final te toman confianza, y es cuando entonces te cuentan sus problemas", nos explica otro de los participantes en esta operación de patrullaje.
Ya de vuelta a la base le pregunto a uno de ellos algo más personal. "¿Por qué lo haces? ¿Por qué estás aquí?" Y él responde sin dudarlo:"Quiero hacer algo útil con mi vida, y ayudar a esta gente es hacer algo útil".

RICARDO GARCÍA VILANOVA
Especial para EL MUNDO 
Bangui




José V. Ruiz de Eguílaz y Mondría
De la XXX